Stories

Pompeya, la ciudad escondida bajo cenizas

Al pisar Pompeya, una montaña se vislumbra y te da la bienvenida. El Vesubio, que tanta furia despertó en su momento, te empieza a introducir en un ambiente que te traslada al pasado.

Pompeya y su destrucción

En agosto del año 79 D.C, las calles de piedra de la colonia romana de Pompeya se convirtieron en ríos de fuego. A pesar de que ya se habían detectado previamente otros movimientos sísmicos, ninguno fue tan duro como aquel. Cundió el pánico, los habitantes trataron de protegerse. Sin embargo, nada pudo evitar que el pueblo fuese enterrado bajo seis metros de ceniza.

De esta manera fue preservado hasta que fue descubierto a finales del siglo XVI, aunque no fue hasta dos siglos más tarde que se emprendieron excavaciones a gran escala. A día de hoy, a pesar de las grandes maravillas que se pueden contemplar, todavía quedan dos tercios de la ciudad de Pompeya bajo las cenizas. Si la zona ya suele parecer enorme, imagínate de aquí a unos años.

Ruinas e historia

Pompeya cuenta con una de las ruinas más famosas del mundo. A pesar de su antigüedad, se pueden reconocer con total claridad lo que un día fue una taberna, un mercado, o tiendas de vinos. La ciudad estaba en plena ebullición, evolucionada: no da la sensación de que los romanos se hayan marchado hace tanto tiempo.

Para conocer Pompeya se ha de hacer un viaje en el tiempo, perderse por sus calles cruzando por los entonces pasos de peatones y trasladarse al pasado. Pasear con tranquilidad y no olvidarse ningún rincón de la ciudad. Entrar en las viviendas e imaginarse cómo vivían. A pesar de los miles de visitantes que la visitan, Pompeya ofrece escondites tranquilos para aquel que los sabe encontrar.

Pero hay otros lugares emblemáticos para conocer en Pompeya. El foro, la antigua plaza pública donde se levantaban los edificios más importantes, o la Casa de los Misterios, importante por la calidad excepcional de sus pinturas, son sólo algunos ejemplos. Lo que más puede llamarte la atención son, sin duda, las cenizas solidificadas encima de las personas que quedaron enterradas. Los arqueólogos introdujeron escayola en los huecos sacando un molde perfecto de los personajes. Algunos de estos moldes y los restos humanos que encierran, se dejaron en el lugar en el que fueron hallados.

Esta pequeña ciudad se encuentra a tan sólo dos horas y media en coche desde Roma y a 25 kilómetros de Nápoles. Si pasas por la zona y te gusta la arqueología y la historia que encierra, no te puedes perder la ciudad de Pompeya.

Fotografía de Radomil en Wikipedia