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Piazzale Michelangelo, el mejor punto de observación de Florencia
Un mirador espléndido
Florencia es una ciudad que se puede observar desde cien lugares distintos: la ciudad está rodeada de colinas y cada una ofrece una vista distinta y única; además, hay torres y hoteles con terrazas panorámicas, que ofrecen su propio paisaje. Pero el lugar más popular con vistas a la ciudad es, sin duda, el Piazzale Michelangelo.
Piazzale Michelangelo es un mirador que se encuentra en la colina de San Miniato, una de las más cercanas al centro histórico de la ciudad. Desde allí se tiene una vista espléndida sobre el centro histórico de la ciudad, abarcando todos sus edificios importantes. He visto esta ciudad desde muchos lugares, y puedo corroborar que Piazzale Michelangelo es el mejor de todos: lo bastante lejano para tener una buena vista panorámica, pero lo bastante cercano como poder admirar el centro en todo su esplendor.
Para llegar a este punto privilegiado puedes optar por dar un paseo o, si has alquilado un coche, amortizarlo: tan sólo tienes que cruzar el Puente de San Niccolò, tomar el Viale Michelangelo y estarás arriba en menos de cinco minutos. Si en cambio quieres dar un paseo, puedes subir a la colina por uno de los varios caminos posibles; el mejor es el que atraviesa el Jardín de las Rosas, uno de los más bellos de Florencia, especialmente en la época de floración. Cerca se encuentra también la iglesia de San Miniato al Monte, una de las más íntimas de la ciudad.
Nunca llueve a gusto de todos
El Piazzale Michelangelo fue el trabajo estrella del proyecto de renovación de la ciudad que se llevó a cabo en la década de 1860, cuando Florencia se convirtió – por unos pocos años – en la capital del recién creado Reino de Italia. Su arquitecto, Giuseppe Poggi, transformó una ciudad cuya arquitectura tenía hasta entonces un carácter marcadamente medieval (para disgusto de una parte de los habitantes, que lo consideraban una influencia del “afrancesado” Piamonte).
Este nuevo nacimiento de la ciudad se quiso simbolizar con la figura de uno de los más grandes artistas del Renacimiento: Michelangelo Buonarroti. En el centro del Piazzale se colocó una reproducción en bronce de dos de los trabajos más famosos del artista: el David y las cuatro alegorías que decoran la Capilla de los Médici.
Hoy en día, el Piazzale Michelangelo es uno de los lugares más populares con vistas a la ciudad, especialmente al atardecer. La gente se sienta en las escaleras que dan al oeste para escuchar a los músicos de la calle mientras contempla, bajo los colores de la puesta de sol, una de las ciudades más bellas del mundo.
Fotografías del autor del artículo.
