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El pantano de Sau y la iglesia que esconde
¿Por qué sobresale un campanario del pantano?
Seguramente sea el pantano más conocido de Cataluña y es que se trata del único de España que cambia sustancialmente de aspecto en función de su capacidad. La verdad es que estamos acostumbrados a ver embalses llenos en épocas de lluvias y mucho más secos en periodos de sequía, aunque esta fórmula no siempre se repite a lo largo del año.
Y es que, por ejemplo, hace unos años –en 2005, aunque también se repitió en 2008- las escasas lluvias dejaron a Cataluña (y gran parte de España) con muchos problemas de agua, llegando a temer incluso por el abastecimiento para los usuarios y a plantearse tener que recurrir a nuevas formas de almacenar agua. Fue entonces cuando los pantanos catalanes presentaron su aspecto más lamentable, afectados enormemente por la ausencia de lluvias.
Uno de los más perjudicados fue el pantano de Sau, que mostró su peor cara aunque, por otro lado, la más demandada por los turistas que por fin podían descubrir al completo su secreto mejor guardado. Y es que el pantano de Sau, situado en la comarca de Osona y que pertenece al río Ter, ha cubierto desde su inauguración una iglesia perteneciente a un pueblo inundado por el embalse.
Asombroso pero cierto. El pantano de Sau, que mide 17 kilómetros de largo y 3 de ancho, fue inaugurado en 1962 con la intención de aprovechar el desnivel del valle de la zona. Con su apertura, se produjo un hecho que hoy nos parecería inexplicable: se cubrió por completo el pueblo de Sant Romà de Sau hasta quedar éste sumergido, teniéndose que desplazar toda la población de esta villa a la vecina localidad de Vilanova de Sau.
Parece terrible pero esta característica ha hecho famoso al pantano de Sau. Y es que en periodos de sequía extrema como la de años anteriores, es posible ver los restos del pueblo e incluso visitarlos, una experiencia sólo posible en momentos muy concretos. La mayoría de veces, en cambio, el agua sí cubre parte de lo que un día fue Sant Romà de Sau, aunque su característica iglesia, y más concretamente su campanario, sigue surgiendo desde su profundidad.
Es por ello que este punto de la comarca en concreto se ha convertido en muy atractivo para el turista, que incluso puede practicar en sus aguas algunos deportes náuticos. Se trata pues de uno de los pocos embalses en el mundo que descubra en mayor o menor medida una iglesia en función del nivel de agua embalsada. El entorno natural en que se enmarca el pantano de Sau hace además este paraje un perfecto rincón para disfrutar de la naturaleza un día en familia. ¿Quieres saber cuánto trozo de iglesia cubre el pantano de Sau? ¡Visítalo y descúbrelo!
Fotografía de Ceshe en Flickr -en época de sequía-
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