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El Palacio Imperial de Hofburg

El palacio más espectacular de Viena

Viena está llena de edificios grandiosos y bellos, pero incluso entre ellos hay uno que destaca, a modo de primus inter pares: el Palacio Imperial de Hofburg, que durante más de 600 años fue la residencia de los emperadores de Austria y del Imperio Austrohúngaro; y que constituye, a día de hoy, uno de los mayores palacios del país.

Palacio de Hofburg 460x345 El Palacio Imperial de Hofburg

Este palacio está asociado a una de las dinastías más poderosas que han gobernado en Europa, la de los Habsburgo, y su poder parece transpirar aún de cada estancia y mueble. Cuenta con 2.600 estancias repartidas en 18 alas, siendo así el más gran palacio de Viena y uno de los edificios más visitados de la capital austríaca. Su interés es evidente, ya que los doce edificios que lo componen albergan espacios tan importantes como el Museo de Sissi, la Biblioteca Nacional Austríaca y los Salones Imperiales, donde se conservan las Joyas de la Corona. Y, pese a su pasado imperial, actualmente es también la residencia del presidente de la República.

Aunque la mayoría de las estancias son espectaculares, hay algunas que impresionan en particular. Por ejemplo la Sala del Tesoro, cuyas 21 estancias hacen sobrado honor a su nombre; los Salones Imperiales, que habitaron Francisco José I y la emperatriz Sissi; la enorme Biblioteca Imperial, decorada con estatuas, cuadros y un gran fresco; o el Salón de los Festivales, donde tienen lugar conciertos de música clásica, y que es la estancia más grande del palacio. Los siglos de esplendor pueden notarse en la variedad de estilos arquitectónicos, que van desde el gótico hasta el historicismo del siglo XIX.

La visita al Palacio de Hofburg puede ocupar fácilmente más de un día, si se quieren ver todos sus espacios y museos; incluso para una visita rápida será necesario dedicarle al menos una mañana o tarde. En verano la gran afluencia turística complica la visita, por lo que es recomendable dividirla por edificios y días; y, si puedes, evitar los meses de julio y agosto. Pero sin duda merece la pena tomarse el tiempo necesario para apreciar todo lo que tiene por ofrecer. El Palacio de Hobsburg es, verdaderamente, la joya de la corona de la Viena imperial.

Fotografía de Georges Jansoone en la Wikipedia.

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