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La mitología del Palazzo Vecchio

Una simbiosis de arte, arquitectura y política

El Palazzo Vecchio, en el corazón del centro histórico de Florencia, fue el hogar de los Médici, la familia que gobernó la ciudad durante casi tres siglos. Es uno de los edificios más hermosos de Florencia, con dos pisos que se pueden visitar y que están interconectados de una forma muy especial: Las estancias del primer piso corresponden a diversos miembros de la familia Médici, mientras que las del segundo piso correspondientes a la misma sección están decoradas con escenas mitológicas. Cada sala guarda relación con la que se encuentra justo debajo, aludiendo a las virtudes que se arrogaban cada uno de los personajes que las habitaron.

Palazzo Vecchio Sala de los Elementos 460x306 La mitología del Palazzo Vecchio

La sala dedicada a Júpiter corresponde, como no podía ser de otra manera, a Cosimo I, el primer Gran Duque de la Toscana: el poder supremo del mundo celestial se asocia con el del mundo terrestre. Su homónimo antepasado y fundador de la dinastía, Cosimo il Vecchio (el viejo), está asociado con la sala dedicada a Ceres, la diosa de la agricultura, que esparce las semillas de la abundancia por el mundo, así como Cosimo había procurado la prosperidad a la ciudad de Florencia.

La estancia de su nieto, Lorenzo el Magnífico, se asocia con aquella dedicada a Opis, mujer de Saturno. En este caso, la analogía es más sutil: Opis fue una diosa adorada por muchos pueblos, con lo cual se quería hacer referencia a las habilidades diplomáticas de este soberano, que entabló numerosas alianzas beneficiosas para la ciudad. Todo lo contrario que la sala de Hércules, situada encima de la del padre de Cosimo I, Giovanni delle Bande Nere, famoso por su fortaleza física.

El ciclo mitológico se completa con otros dos espacios. La “terraza de Juno” fue creada para la mujer de Cosimo I, Leonor de Toledo: sin desmerecer las maravillosas vistas de Florencia que se tienen desde allí, la asociación con la diosa del hogar vuelve a ser poco sutil. Por otra parte tenemos la espectacular Sala de los Elementos, decorada con frescos que representan los elementos primordiales (aire, tierra, agua y fuego) que habían dado origen al mundo, así como Giovanni de Médici (el futuro papa León X, a quien corresponde la estancia del piso inferior) tuvo un papel muy importante en la creación del Gran Ducado dela Toscana.

El Palazzo Vecchio no es sólo un bello compendio de arquitectura y de arte: es un magnífico ejemplo de cómo estas pueden servir para glorificarse de forma más o menos sutil.

Fotografía: Sala de los Elementos (en el fresco, el Agua).

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