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La Gran Barrera de Coral, la mayor maravilla natural del mundo
Como hemos dicho otras veces, la Gran Barrera de Coral está considerada como una de las grandes maravillas naturales del mundo. Su grandeza es tal que puede apreciarse incluso desde el espacio: la conforman más de 2.900 arrecifes en un área de 344.400 Km2, se extiende a lo largo de más de 2.600 kilómetros al noreste de Australia, formando entre la isla continente y la Gran Barrera el llamado Mar de Coral.
La Gran Barrera de Coral es uno de los destinos soñados por muchos, una maravilla que quieren ver al menos una vez en la vida. Esto ha supuesto un gran impulso económico para Australia, y especialmente para las islas cercanas como las Whitsunday: el turismo en esta zona genera un billón de dólares de beneficios cada año. Sin embargo, esta presión está poniendo en peligro este frágil ecosistema, por lo que en los últimos años se está intentando limitar el turismo y generar prácticas más respetuosas con los arrecifes.
A menudo se define la Gran Barrera de Coral como “el mayor organismo vivo del planeta” pues, aunque está formado por miles de arrecifes individuales –y estos, a su vez, por millones de individuos–, funcionan como un todo y los cambios en un arrecife afectan a los demás. Es por ello que son tan preocupantes los efectos adversos que se producen en una parte de la Gran Barrera, ya que se trata de un ecosistema muy frágil y se extienden por los arrecifes cercanos.
El buceo es la principal actividad lúdica en el Mar de Coral, una de las zonas con mayor variedad de especies acuáticas del planeta: tortugas, peces, aves, mamíferos marinos… algunas de las cuales son endémicas, es decir, que sólo se encuentran aquí. Esto lo convierte también en un paraíso para los científicos, quienes ven con gran preocupación el deterioro de estos ecosistemas que, sin embargo, parece que con la debida protección se van recuperando paulatinamente.
Para proteger este patrimonio único en el mundo, se está desarrollando el ecoturismo, cuyos límites se encuentran en la línea donde la presencia humana empieza a ser una molestia para los animales o un peligro para su entorno. Una nueva forma de que la gente aprenda a valorar la fragilidad de esta maravilla que tanto les admira.
Fotografía de Toby Hudson en la Wikipedia.
