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Hamelín, donde el famoso flautista espantó a las ratas

Tranquilo, no habrá ratas

Érase una vez una bonita aldea con una plaga de ratas. ¿Te suena, verdad? En efecto, el cuento de los Hermanos Grimm, el Flautista de Hamelín, es un clásico entre los clásicos y son pocos los niños y adultos que desconocen el desenlace de tan fastidiosa plaga. Para los más desmemoriados –y porque siempre va bien recordar las historias que nos explicaban de pequeños- ahí va un pequeño resumen:

La ciudad de Hamelín se encontraba a finales del siglo XIII infestada de ratas. Un joven desconocido apareció un día y ofreció sus servicios a cambio de una recompensa. Tenía un plan para eliminar, de una vez por todas, los roedores que campaban a sus anchas por Hamelín. Un día empezó a hacer sonar su flauta de tal modo que las ratas comenzaron a salir atraídas por la melodía del instrumento del desconocido, al que seguían mientras éste caminaba por todo el municipio. Finalmente, el flautista se dirigió hasta el río Weser, en donde se ahogaron todos los roedores, liberando a la ciudad de la plaga.

Una ciudad de cuento

No, no nos hemos reconvertido en un blog infantil de cuentos. Lo que ocurre es que nos hemos encontrado con una localidad que inspiró a los Hermanos Grimm y que, obviamente, nos transporta a esta historia por su nombre. Se trata de la popular aldea medieval de Hamelín, una ciudad de la Baja Sajonia que sirve como principal punto de partida de las rutas por las próximas montañas de Weserbergland.

hamelin 306x460 Hamelín, donde el famoso flautista espantó a las ratas

Pero sin lugar a dudas, Hamelín es famosa por el cuento del flautista que, según la leyenda, salvó de la peste a la ciudad con su música. Y como epicentro de la historia, Hamelín tiene muy presente al misterioso muchacho que tocó su flauta para espantar las ratas (aunque el cuento explica que finalmente no conseguiría la recompensa por parte del pueblo y éste se vengaría llevándose a todos los jóvenes de la aldea, de nuevo con su flauta).

En Hamelín conocen al joven flautista como Rattenfänger y, como héroe que es, existen numerosas esculturas que lo recuerdan, muchas de ellas, acompañadas de las temibles ratas. Justo en frente del Ayuntamiento encontramos una fuente que lo recuerdas, así como en el casco histórico o en su propio museo (el Museo de Hamelín), donde no podía faltar el recuerdo a este personaje del que todos algunas vez hemos oído hablar.

Fotografía de Wikipedia

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