Stories
El faro del Cabo de Berbería
¿Querrías ser su guardián?
No hace mucho leía en un libro (Perdona si te llamo amor, de Federico Moccia, para ser exactos) un oficio que me pareció, cuánto menos, curioso. El cuidador del faro, el guardián, la persona responsable de atender y cuidar todo lo que necesite este gigante de la luz. Mecanismos de relojería, limpiar las lentes y ventanas y, en sus inicios, cortas las mechas y reponer el combustible cuando las lámparas eran de aceite. Hasta ese momento no me había parado a pensar en lo bucólico de la escena, y es que los faros son un punto de luz clara en la espesura de la noche.
Uno de los lugares que uno no se puede perder cuando visita la isla de Formentera es el Cabo de Berbería. Un lugar tranquilo, apacible, donde se mezclan cielo y mar en un sólo punto infinito. Del Cabo de Berbería al cielo y, sin duda, tiene mucho que ver su faro.
La descripción más técnica del faro del Cabo de Berbería dice que es automatizado levantado en la época de los ’70, con una óptica giratoria catadióptrica y mezcladores Dalen de acetileno. En 1995 se instalaron nuevos equipos de alumbrado alimentados con energía fotovoltaica, el sistema de rotación pasó a ser de tipo electro-magnético, y desde entonces la iluminación está corre a cargo de lámparas de descarga. Puede que algún entendido en la materia tenga una imagen más clara después de leer esto… pero no es mi caso. Tan sólo sé que es un lugar para dejarse llevar por su belleza.
La mayoría de personas acuden al Cabo de Berbería atraídos por la perspectiva del horizonte sobre el mar de Formentera, y desde luego no se irán decepcionados. Se encontrarán con mucho más: aparte de unas espectaculares vistas, un vigía de la noche que se yergue ante ti impasible al fuerte viento que por allí sopla. Un punto y aparte, el límite con el paraíso. El momento clave para visitarlo es de 8 a 9 de la noche, justo cuando el manto oscuro empieza a cubrirlo todo y el faro del Cabo de Berbería se prepara para entrar en acción.
Un faro telecontrolado actualmente: una lástima… seguro que a más de uno le gustaría ser su guardián.
Fotografía de Wikipedia
