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Alejandría, el faro de la Antigüedad

Las ruinas de una ciudad esplendorosa

En su día, fue la ciudad más rica y espléndida a la orilla del Mediterráneo: Alejandría, la ciudad del conocimiento, de las maravillas y de las leyendas. Pero como a todas las maravillas, le llegó su ocaso: las guerras y los conflictos la destruyeron; y las aguas del mar la engulleron, mas no pudieron sepultar su recuerdo. Pues, al fin y al cabo, era la ciudad de Alejandro Magno, y su memoria viviría mientras viviera la del soberano macedonio.

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Fue el propio Alejandro quien fundó la ciudad en el 331 aC, después de arrebatar Egipto al imperio persa. El conquistador prosiguió su camino hacia Oriente dejando la construcción de la ciudad que llevaría su nombre en manos del arquitecto Dinócrates de Rodas, quien le mantendría informado de los progresos. Sin embargo, Alejandro nunca pudo ver completada su ciudad, pues murió en Babilonia ocho años más tarde, mientras regresaba de su campaña en la India. A la muerte del soberano macedonio, sus lugartenientes se dividieron el imperio que había conquistado; uno de ellos, Ptolomeo, trajo su cuerpo a la ciudad que había fundado y dio comienzo a la que había de ser la última dinastía de Egipto.

Los Ptolomeos convirtieron Alejandría en el centro cultural de Egipto y de todo el mundo antiguo. Bajo el mandato de los dos primeros soberanos, se construyeron la Biblioteca y el Museo (literalmente, el “templo de las musas”): el primero para albergar los libros más importantes de todo el mundo, el segundo como lugar de trabajo de eruditos de todas las disciplinas. Alejandría se convirtió en el centro de la cultura y el conocimiento científico del Mediterráneo. Por desgracia, sucesivos incendios y disturbios acabarían con estos templos del conocimiento.

En Alejandría también se encontraba una de las siete maravillas del mundo antiguo, el faro de la isla de Pharos. Su función era guiar a los barcos, mediante los destellos de un gran espejo durante el día y encendiendo una gran hoguera por la noche. Fue la única de las siete maravillas que sobrevivió ala Antigüedad, aunque fue gravemente dañado por dos terremotos a principios del siglo XIV y sus piedras fueron utilizadas para otras construcciones.

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Destruidas sus maravillas pasadas y perdida la tumba de su fundador, a Alejandría aún le esperaba una suerte peor: la destrucción cuasi total durante las cruzadas del siglo XIV. Después de eso ya no fue más que una sombra de lo que había sido, hasta que en el siglo XIX se fundó la moderna ciudad de Alejandría y recuperó su importancia como puerto.

Las ruinas de la antigua Alejandría aún se pueden ver aquí y allá, desperdigadas por la ciudad, algunas sumergidas bajo las aguas del puerto, otras aún a la luz del día. Alejandría, una de las más gloriosas ciudades del mundo antiguo… Sus ecos de grandeza aún perduran, traídos por la brisa y las olas del mar.

Imágenes de la Wikipedia: dibujo de Cornelius de Bruyn (1681) y fotografía de Jackson550.

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